sábado, 11 de septiembre de 2010

EL PENAS JEREMÍAS.

Otro tipo de persona tóxica es el que llaman "El penas Jeremías", se caracteriza porque siempre va con la lágrima puesta. Va de mártir por la vida, da pena, suscita compasión por doquier y llora ante la persona adecuada. Supone una inteligencia muy sutil, pero sobre todo un dominio del mundo de los sentimientos, de la bondad humana(que la hay) y del conocimiento del ser humano por encima de lo normal. Si el seductor era un malabarista de las emociones, el penas es un virtuoso de los entimientos y del corazón humano. No pocas personas se ahorran tiempo, esfuerzos y problemas por comodidad y porque saben robarles a los bondadosos con el guante blanco de la pena y de la lagrima fácil. Pero les hacemos un nefasto favor, porque al dejarnos impresionar por sus penas y lágrimas de cocodrilo y hacernos fuertes y a responsabilizarse de sí mismo.Toxinas que rezuma: sentimiento de abandono, de ser maltratado por la vida, de no tener medios ni suerte, ni quien le ampare. Busca constantemente a alguien que le cargue sobre sus espaldas, se responsabilice de el y le solucione la vida. TRATAMIENTO: Está claro que la medicina que necesita es la de hacerle ver la realidad, que no nos puede engañar. Hay que ayudarle a salir de la comodidad de la pena, del llanto y del ir siempre sobre las espaldas de los demás. Es preciso entrenarle en tomar decisiones, responsabilizarse y convertirs en arquitecto de su propio destino.
"El que conoce el arte de vivir consigo mismo desconoce el aburrimiento". ERASMO DE ROTTERDAM.

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