domingo, 7 de febrero de 2010

TODAVIA CREEN EN LA MAGIA

Héroes, fantasmas, duendes, seres especiales...desfilan por la mente de los niños con naturalidad sorprendente. No habitan en mundos distintos, ni en lugares mágicos, están junto a ellos en su habitación, en la mochila del colegio, en la cama mienras duermen o en la mesa durante el desayuno.¿Es normal?
Tienen forma, vestidos, colores, sentimientos, son feos o guapos, y sobre todo, mantienen interesantes conversaciones con nuestros pequeños. Entre 4-6 años, ¿no empiezan a ser ya algo mayores para creer en ellos?
Estos amigos especiles son parte de un proceso normal de desarrolo y resultan unos guías excelentes a la hora de ayudarles a explorar la realidad, así que recomiendan los especialistas, no alarmarse.
Durante la infancia la fantasía es algo natural. La estructura neurológica del niño no se encuentra completamente desarrollada y hay cosas que no puede comprender. La convivencia entre reallidad y fantasía le permite encontrar las respuestas que necesita: la Luna la puede haber colgado su hada saltando por las nubes, las olas se producen cuando los monstruos marinos estrornudan y las cebras tienen rayas porque, indudablemente, alguien se las ha pintado. Crea un mundo a su medida donde todo es posible y tiene solución. Y no hay nada de malo,¿acaso no lo haríamos nosotros si todavía pudiéramos?
Profesionales del tema, Psicólogos y Pedagogos están de acuerdo en que su universo de monstruos, superhéroes, duendes o fantasmas ayuda al niño a crecer, a desarrolar su creatividad y a expresar sus emociones, miedos e inquietudes. No obstantes, establecen difrencias entre fantasías construcitvas y destructivas. Las primeras sirven para fortalecer eldesarrolo del niño y fomentan su creatividad. Las segudnas surgen cuando la realidad que vive es demasiado dura y no puede afrontarla, tras haber sufrido situaciones que necesita olvidar o si su entorno no le proporciona las emociones que necesita.
Para el niño no es dificil que todo lo que le rodea cobre vida por arte de magia. Así atribuye a los seres inanimados propiedades humanas: sus muñecos o sus fantasías hablan, piensan, tienen voluntad... Esta es una de las razones que explican que los niños se identifiquen con los animales y les atraigan tanto, porque creen que hablan, piensan y actúan como ellos. Y por otro lado ¿por qué habrían de considerarlo algo extraño si el ratón Mickey va a hacer la compra igual que mamá o Eli la elefanta amiga de Pocoyó, también tiene miedo a lanzarse por un supertobogán como les pasa a ellos mismos?
¿Y qué hacemos cuando nuestro hijo nos llama en mitad de la noche porque hay un monstruo en su armario? Lo mejor es ayudarle a descubrir que el monstruo no es tal, suele ser la sombra de un peluche, una camisa colgada de la silla...Debemos mostrarle lo que es utilizando el humor, pero sin reírnos de él, hacerlo en clave de humor: lo buscamos por si huele a podrido, o por si se le cae el pelo... Los Pedagogos, tienen claro que "los niños sometidos a demasiada televisión sufren una excesiva estimulación de la imaginación, desarrollan más miedos y pesadillas por las noches y también pueden sufrir problemas de relación durante el día".
A pesar de que en derrminado momento será necesario establecer ciertos límites, los expertos señalan que poner cortapisas a la fantasía de un niño puede provocarle problemas de autoestima e incluso ansiedad o depresión, ya que no contaría con su imaginación como válvula de escape para relajarse. Una situacion que a la larga puede traducirse en actitudes de aislamiento, desinterés, trastornos del sueño, pérdida de apetito e incluso agresividad.
Pero ¿cuál es ese límite del que hablamos?. El pensamiento mágico o abstracto como lo llaman los PSICÓLOGOS Y PEDAGOGOS, va desapareciendo de maner gradual, cuando el niño va adquiriendo mayor capacidad para enfrentarse a la vida y dar explicación a situaciones que ahora le resulta imposible entender. Por lo general se establece de forma clara la fontera entre fantasía o realidad hacia los seis u ocho años. En esas edades ya ha desarrrollado de manera muy clara el elnguake, la lógica, la inteligencia y la memoria. A partir de ahí sus pensamientos fricticios squedarán en el ámbito de lo privado. Para bien o para mal ya no asistiremos a las radiadas luchas entre un monstruo y un superhéroe o los diálogos entre princesa y su príncipe. Esto no quiere decir que no pueda imaginarlo, pero lo hará con una clara diferencia entre la ilusión y la vida real.


LAS FANTASÍAS SOCIALES
Los Reyes Magos, el ratón Pérez, Papá Noel, Elviruja...no faltan en el repertorio de las fantasías infantiles. Los pequeños esperar ansiosos la llegada de la Navidad o afrontan la caída del diente mucho mejor proque un simpático roedor les dejará un regalito. Adrmás de llenarles de ilusión estas fantasías cumplen una función social porque pueden compartirlas con otros niños.
¿Cómo no va a existir la magia si durante la Navidad hablan de ella los padres, los profesores, los abuelos, los amigos y hasta en los anuncios? La ilusión les proporciona un soporte de seguridad. Los Reyes o Papá Noel representan la generosidad del mundo entero.
Pero, ¿hasta cuando les dejamos creer en ello? Hasta que lo descubran por sí mismos. Aunque cada niño e un mundo, suelen dejar de creer bien porque se lo digan otros o bien porque van abandonando el pensamiento mágico. El conocido antropólogo francés Claude Lévi-Strauss http://es.wikipedia.org/wiki/Claude_L%C3%A9vi-Strauss; pues como reseñaba, éste hombre no se equivocaba al afirmar que "no perpetuamos la existencia de Papá Noel ni la de los Reyes Magos sólo para engañar a nuestros hijos. Su ilusión nos reconforta y nos ayuda a creer que un mundo de generosidad no es incompatible con la realidad".
NOTA: www.supernannymagazines.es









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